Disponer de una bicicleta de fibra de carbono es el sueño de cualquier ciclista urbano. ¿Qué es lo que hace que este tipo de bicicletas sean tan especiales? Básicamente se trata por el material que emplean: la fibra de carbono que le confiere una ligereza y dureza especiales.
Este material es una fibra sintética que posee unas propiedades mecánicas excelentes. Su composición estructural dota a la fibra de carbono de unas condiciones de comportamiento y dureza similares a las que puede aportar el acero o el aluminio aportando, incluso, una mayor resistencia a los impactos que cualquiera de estos metales.
La fibra de carbono, material ligero y de alta dureza
Además, precisamente debido a esta composición estructural, nos encontramos ante un material ligero, que trasladado al mundo del ciclismo, permite fabricar bicicletas muy ligeras con las que las articulaciones de los deportistas no son sometidas a sufrimientos extras que otros materiales sí que provocan.
Entonces, ¿cuáles son las características que me aporta una bicicleta urbana de fibra de carbono?
- Alta resistencia mecánica
- Gran dureza
- Mayor resistencia a las variaciones de temperatura
- Se trata de un material duradero
- Facilidad de aplicar diseño a su proceso de fabricación, esto es, maleabilidad.
Bicicletas ligeras y respetuosas con el medio ambiente
Llegado a este punto, ¿cuál es el deseo de un usuario ciclista urbano? Está claro, poder disponer de una bicicleta ligera que, además de respetar el medio ambiente y que deje una minúscula huella de carbono, le permita realizar ejercicio físico de forma más eficiente. Pero no sólo eso sino que se ajuste a sus medidas corporales y que la pueda personalizar a su gusto, convirtiéndola en un tipo de bicicleta urbana única.
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